La ciudad de Mallorca, fue la afortunada de ver nacer en 1232 a Ramón Llull, quien fue un visionario de su época. Es considerado como uno de los creadores del catalán literario y demuestra, como desde la Edad Media, la lengua catalana comenzó a tener importancia entre la sociedad de la Corona de Aragón. Escribió más de 243 libros de muy diversas materias y en diferentes idiomas antes de morir en un barco rumbo a su ciudad natal en 1315.
Como muchos sabréis, no parece que todo el mundo sepa la importancia de este genio de la literatura catalana y española, como se puede demostrar en el artículo que se dio a conocer esta semana sobre la secretaria del Ministro Wert, quien preguntó por el sueldo del ilustre escritor. Pese a que sus obras perdurarán hasta el fin de nuestros días, por desgracia, él nos abandonó hace ya casi 700 años.
Con poco más de 30 años su vida cambió al tener 5 visiones de Cristo crucificado. Esos acontecimientos le hicieron abandonar a su familia y lanzarse a predicar por los caminos la doctrina católica de Dios. Como gran conocedor del pueblo y de la religión, utilizó el catalán como lengua para su polémico texto religioso "El libro del gentil", además de para el archiconocido "El Árbol de la ciencia", que enlazaba todas las ramas del saber, mostrando la importancia de su conocimiento.
Quiero destacar que durante su formación teológica, hasta 1275, conoció y compró un esclavo musulmán para aprender la lengua árabe y le permitió conocer de forma excelente la religión islámica
Como viene siendo habitual no nos centraremos en su obra más conocida, "el Árbol de la ciencia", sino en el "Libro del gentil y los tres sabios", en donde relata en catalán una discusión sobre las tres religiones más importantes (cristianismo, judaísmo e Islam).
En él, por medio de 3 sabios y un pagano hablan sobre la existencia de un único Dios, y presentan su religión como la mejor a elegir por el pagano. Lo bonito de la obra es que en ningún momento se dice la religión escogida por el pagano, pero sí se ahonda en las características de cada una y cómo en esa época de la Edad Media los sabios compartían momentos aunque no compartieran religión.
Puede que hoy en día que se habla tanto de las diferencias entre religiones, países y regiones, nuestros sabios, o "políticos" tuvieran que aprender un poco de la Edad Media y sentarse a comprender lo que quiere cada uno, así como lo mejor para todos.
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